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11 de noviembre de 2008

Aciertos y desaciertos de ciegos

En un mundo donde las biografías, libros de auto - ayuda, textos para encontrar la bonanza financiera, literatura Light (Paulo Coelho) y otras aberraciones conforman el listado de los más leídos, definitivamente Saramago va en contracorriente de las tendencias actuales. A contracorriente también del microcosmo de intelectuales literarios, que tienen como principio básico, que los buenos sentimientos son sinónimos de mala literatura.

Lo de los buenos sentimientos es para la discusión, porque en algunas de las entrevistas que le han realizado, Saramago siempre se ha considerado un ateo profundamente enamorado de la utopía de Jesús, y en sus pensamientos se expone su convicción de igualdad y justicia en el trato entre seres humanos; aunque en sus palabras también se nota cierto misántropo pesimismo de que estamos condenados a vivir en un egoísta mundo de mierda gobernado por personas, y tiene la certeza de que si se da un cambio en el mundo, este será para peor y a la civilización humana no habría que apostarle ni un céntimo.

Este encuentro mezclado de demonios pesimistas y esperanzados se refleja en Ensayo sobre la ceguera, la principal obra de este autor portugués que se define a él mismo como un autodidacta orgulloso y comunista libertario (intrigante). Ensayo... nos transporta a un abyecto mundo de personajes sin nombres, donde se puede apreciar lo peor y lo mejor de las personas.

Entre las frases subrayadas que tengo en mi texto, son de destacar, para esta ocasión (y antes de ver la película, para no olvidar las primeras imágenes que me dejó este mundo sin ojos), a las que mejor representan esta metáfora de una sociedad sin respeto y sin solidaridad, donde para Saramago todos nos hemos quedado ciegos:

Es como si hubiera caído en un mar de leche... Estamos aislados, más aislados de lo que probablemente jamás estuvo alguien anteriormente... Ningún perro reconoce a otro perro por el nombre... Un simple atasco en el retrete, solo uno, y esto se convertirá en una cloaca... Hay muchas formas de convertirse en animal y esta solo es la primera...

El mundo caritativo de los cieguitos se ha acabado, ahora es el reino duro, cruel e implacable de los ciegos... La mayor dificultad para poder vivir razonablemente en el infierno es el hedor que allí hay... La ceguera también es esto, vivir en un mundo donde se ha acabado la esperanza... Estamos ciegos porque estamos muertos, o estamos muertos porque estamos ciegos...

Espléndido relato desgarrador de este hijo de la localidad de Azinhaga, que mientras más viejo se vuelve, más radical piensa (palabras que él mismo mencionó en alguna ocasión).

Pero, oh! Decepción, esta senil radicalidad o la desesperanzada ceguera parece haberlo envuelto en el mundo real, al darle su apoyo a Hugo Chávez, del cual Saramago dijo el año pasado: que el poder que tiene es porque se lo ha dado la gente al votar en varias ocasiones por él, apoyo que se mantiene hasta el día de hoy y que se podrá apreciar en la próxima Feria del Libro en Caracas, donde se presentará una versión del Quijote de Cervantes con un prólogo escrito por el portugués, en lugar del redactado Mario Vargas Llosa (de derecha y liberal). Parece que Saramago no se ha enterado de las advertencias de Chávez hacia la oposición, en caso de que esta gane en alguno de los principales departamentos, dentro de las próximas elecciones seccionales.

No soy partidario de que por estos hechos debamos quemar o prohibir a nuestros conocidos los textos de Saramago. La obra literaria de Günter Grass no vale menos por su pasado nazi, ni la de Milan Kundera por el supuesto delato que le hizo a un compañero de universidad y al cual encarcelaron por 22 años en una mina de uranio.

Los libros son las ventanas que nos permiten ver y disfrutar como otras personas piensan distinto, sin embargo también se debe manifestar y discernir cuando uno no esté de acuerdo con los actos e ideas de los autores.

Seguiré con la ficción de Saramago (me falta La caverna) porque la disfruto y porque tengo el mismo de derecho de hacerlo, como lo tiene cualquiera de criticarlo o criticarme a mí por leerlo.

25 de octubre de 2008

Promiscuos

La crisis hipotecaria es una enfermedad venérea que se contagia por no usar protección. En Wall Street diariamente se practicaban mezquinas orgías buscando el punto g con la técnica del levantamiento del Dow Jones. Así, con la ayuda de los chamanes Greenspan y Bush y sus pociones mágicas, se esperaba retardar la eyaculación y prolongar el placer al máximo de púberes recién salidos de la universidad que querían evitar su precocidad. Pero en los últimos días, el sistema eyaculó pus, propagando una epidemia, que al parecer, como el SIDA o cualquier otro virus, no tiene contemplaciones de raza, etnia o ideología. Todos sufrirán las consecuencias.

¿Y al enfermo que le recetamos? Repiten los médicos FMI y BM, con licencias caducas; pues algo de socialismo grita la Reserva Federal norteamericana. Los enfermos, de males menores, ya recuperados: Corea del Sur y Rusia protestan, pero como todos sabemos: al capitalismo y libre mercado nadie se le queja. 700 mil millones de anticuerpos es la primera dosis, esperando que la sangre circule por las arterias y venas, restableciendo los órganos, sobre todos los reproductivos para que siga la fiesta, pero parece que el efecto será temporal, porque taquicardia, paros y esterilidad son los reportes médicos que en Wall Street se escuchan todos los días. El tratamiento por ahora: Otros billones en dosis.

Más órganos son atacados, y células, glóbulos rojos y blancos dejan de funcionar, muchos mueren y otros quedan inútiles para el rato y como desesperada solución coprófaga, típica de chaman homeópata, se pide alimentarse de los desperdicios y en algo funciona, pero mayores efectos pareciera tener la necrofilia, esperando que el organismo dentro de poco otra vez esté vivo y más viril que nunca, para que los púberes de universidad puedan seguir inventando financieros kamasutras, con sinnúmero de mezclas y posiciones, porque como los doctores nos recomiendan, la actividad sexual mejora el ritmo cardíaco y prolonga la vida.

Y los médicos no realizan ninguna investigación para encontrar un antídoto más higiénico a la epidemia, siendo a simple vista el control la solución; no son necesarias vasectomías, ni flagelaciones de clítoris, ni fálicos cortes para los violadores. Las bajas fueron pocas: Los abuelitos de Lehman, Merryl Lynch, la tía Fannie y el tío Fred y AIG salvado de último momento; pero los que no fueron portadores de la ladilla, gonorrea, o sífilis, todas egoístas y codiciosas (tantas opciones, porque la verdad no se sabe y al final de cuentas no se ha investigado) reclaman de los expuestos que siguen. Los chamanes recomiendan el libertinaje absoluto, esperando que la misma enfermedad dé creación a la cura.

Estén todos contentos, porque con la ayuda de cada uno daremos con la solución, el apocalipsis pronto pasará y solo los pocos fuertes que quedarán, seguirán con su vigor y volverán a ser tan ricos como ayer, todo gracias a ese verde viagra que permitirá una nueva erección.

Esquirla final: La anterior ocasión ya mencioné, pero lo vuelvo a hacer, las palabras del Pájaro Febres – Cordero, de que los peores gobernantes son los que más nos alimentan de humor. Algo semejante podría decirse con la economía, así que comparto estas caricaturas.




24 de octubre de 2008

El Poncho y el Pájaro y sus columnas y otros columnistas

De Poncho Rentería no se nada más allá de sus columnas que publica semanalmente diario EL TIEMPO de Colombia (y tratando de buscar algo de él en el dios del internet: Google, me entero que también tiene un espacio de opinión en diario EL PAIS de Cali), y es por esa razón que me animo a escribir algo de él.

En vista de que cada vez que trato de redactar algunas líneas sobre la vida de alguien, siempre termino en copiar sus acciones más relevantes (con fuentes incluidas), por la fatalidad de no conocerlo y mi genética de admirar a prácticamente nadie, a lo mucho un profundo respeto para quien lo vale, el Poncho es la ocasión perfecta para inventar a alguien que existe.

El Poncho, para mí, es el arquetipo de izquierdista colombiano, intelectual de café o de aguardientico (eso por ahora no importa), un burgués bonachón al estilo de Alfonso Reece pero sin fanatismo e inclinado al otro lado de la balanza (left please). De estúpidos, sin sentido, chismosos y otros, son los comentarios que he leído de sus escritos; claro que otros lo apoyan pero en Colombia, en mi opinión, un país derechizado gracias a las (des) gracias provocadas por las FARC (y demás guerrillas), narcos y paras, y con un Álvaro Uribe como ángel de la guardia y pastor de los aterrados (indígenas marchan en Colombia, y ya por eso se habla de ellos como subversivos), pareciera que el Poncho no tiene espacio en el país del tintico.

Saliéndome un poco de lo que creo del Poncho: Al diario EL TIEMPO (en Cuenca también hay uno pero no es el mismo) lo comencé a leer desde el incidente de mi tocayo (para mi mala suerte) Reyes y la supuesta foto con el ministro Larrea. Me interesé en sus columnistas y todos ellos hablaban del eterno conflicto con las FARC, así le dedique un mes a pleno y sentí que en el vecino país del norte no existía pobreza, ni corrupción, ni delincuencia, solo guerrilla (es algo que me dejó perplejo: no solo que el conflicto armado provoca sus víctimas, sino que pone a un lado las soluciones para el resto de problemas colombianos). Pero la verdad es que después del periodo de intensa y serena lectura (porque la lectura serena, quiérase o no y hágase como se haga), al único que seguí fue al Poncho, porque además de arquetipo izquierdista y el resto de adjetivos de arriba, me recuerda a los colombianos tal los conozco: vivarachos, berracos y con una AK – 47 en lugar de lengua (lejos de la xenófoba descripción que me dan algunos amigos y paisanos guayacos). Además del sincero respeto, por la osadía del Poncho, claro está, de escribir sobre sus visitas a peluquerías, gimnasios y otros sitios de reunión frecuentes para el chisme, inventándose personajes que hablan del diario vivir colombiano (inclúyase aquí política, economía y demás).

En Ecuador en ese aspecto tenemos al Pájaro Febres – Cordero, quiteño nacido en 1950 y columnista de diario EL UNIVERSO; todos los domingos, con su cantadito quiteño y sin guardar mayor respeto a lo que algunos denominan el buen escribir (buen vivir, buen morir, buen dormir, etc.), escribe con humor y mordacidad sobre los eventos y personajes más importantes, transformando la realidad que nos inventan en la verdad que es, quitándole las caretas bajo las que se esconden sus actores (ah por cierto, la palabra persona tiene su etimología en la palabra máscara). Al principio, cuando un día decidí que debía comenzar a ojear los periódicos y ver que la realidad es algo más que un partido de fútbol o el contorneo de unas caderas femeninas, me pareció bastante raro que alguien con el apellido Febres – Cordero hablará de derechos humanos y se burlará de Gobiernos pasados (Santiago Roldós también se burla y critica sin ninguna misericordia a su familiar el loco), pero sin discriminación, lo leo domingo a domingo (su frase: los peores gobernantes son los que más nos alimentan de humor).

La verdad es que escribo esto, porque también me estoy cansando un poco del escribir técnico (con estadísticas y fuentes incluidas), por ahora intentaré destruir mi escritura, como Cortázar, para hallar mi estilo, y si sigo con la opinión corta, aunque la transición va a ser dura y lenta, del estilo del Poncho y del Pájaro (donde por fin el producto nacional es mejor que el extranjero) me apoyaré por el momento, además de que también me es bastante cansada la lectura de opinión de los diarios que normalmente he seguido. Recuerdo hace dos años, creo, cuando en el UNIVERSO leía a Aminta Buenaño, Javier Ponce, Pablo Lucio Paredes, y ahora (acepto que los reemplazos son necesarios) no tienen mayor letra que valga la pena. Escribe Joffre Campaña que es un asesor de Nebot (entonces porque también el diario guayaquileño no le da una columna a Vinicio Alvarado), y ahora me entero que se fue Xavier Flores y continúan los peleles y curuchupas de Pedro Valverde y Bolivar Castillo, respectivamente. Así que comienza una nueva búsqueda para no callar y vencer el miedo, que es lo que dice la imagen de ecuarrisa, que también tiene opinión, pero en EL COMERCIO.

Aquí, finalmente, escribo mis preferencias de lecturas cortas (la literatura dejémosla para otro rato), esperando opiniones, aportaciones, difamaciones y etc. Igual estamos juzgando la escritura de otros.

De Diario EL UNIVERSO:

- Lunes: Manuel Chiriboga y Simón Pachano.
- Miércoles: Nelsa Curbelo (profesora mía de Cátedra de la Paz).
- Sábado: Alfonso Oramas Gross.
- Domingo: El Pájaro Febres – Cordero y Walter Spurrier.

- Y lo mejor del UNIVERSO: El maestro Bonil y lo que nos viene de Paul Krugman, Thomas Friedman, Nicholas Kristof, Bob Herbert y Gonzalo Peltzer.

De Diario EL COMERCIO:

Sé que escriben César Montúfar y Francisco Carrión. A esos les recomiendo, y si quieren debatirse un rato a ustedes mismos, Carlos Alberto Montaner (aunque no lo tomen muy en serio).

De Diario EL TELÉGRAFO:

De los columnistas, la verdad que nada y peor aún, aunque desconozco las razones, cuando dejaron de publicar los escritos de Santiago Roldós. Pero el espacio de Firma Ancla es una delicia (manjares que por primera vez llegan al Ecuador), recomiendo: A Juan Cocco, Maruja Torres, Tina Zeraga y Javier Cercas.

De Diario EL TIEMPO de Colombia:

Valen la pena leer: Daniel Samper, Poncho Rentería y Sergio Muñoz Bata (por casualidad todos escriben los miércoles).

De Diario EL PAIS de España:

Léanse todas las opiniones y descubran sus preferidos, la verdad es que yo todavía no los tengo.

De Revista Vistazo:

Santiago Roldós y Patricia Estupiñán.
De Revista Interviu:
Lean semanalmente a Joaquin Sabina y Juan José Millas.

Y de blogs algo:

- El Pub De Cuenca (de estilo del Poncho y del Pájaro).
- Cultura B (hablamos como panas de rock, cine y libros).
- El de Xavier Flores Aguirre (mezcla de cultura y política).
- Investigaciones IO (desarrollo humano, lucha contra la pobreza, cambio climático, etc.).
- Post secrets (el blog más leído del mundo, donde artística y anonimamente la gente revela sus secretos).
- Pongamos que hablo de Christine (la polémica vuelta mujer (polémica es femenino (oh! tres paréntesis (no mejor cuatro, que por fin estoy destruyendo mi escritura y las 42 líneas fijas y mejor pateemos el tablero(Grande Maitena, ¡como amo a las feministas!, con tu frase, oops! cinco paréntesis)))), con unos comentarios de otros bloggeros, que por mala o buena suerte, la verdad es que áun no decido, no conozco, tal vez algunos con sus palabras e ideas también los he de inventar y los he de incluir como personajes extras de algún libro que algún día, si lo rutina me lo permite, he de empezar) ¿Por qué la bendita y maldita polémica se lleva más líneas que el resto? Empecemos a aplicar un poco de justicia social también en la literatura.

A estas nimias recomendaciones o páginas amarillas podemos, seguir ampliando la lista.

11 de octubre de 2008

Le scaphandre et le papillon

Mi madre, muy acomedida siempre ella, durante mis etapas de niñez, pubertad y adolescencia, dejaba revistas en los baños de la casa, en caso de que la operación a efectuar se extendiera más de lo previsto, así leí varias Condoritos. Para los mayores, el menú consistía en un compendio de Selecciones de Reader´s Digest. Precisamente en una de las lecturas de esta revista a servicio del “Imperio”, en su sección de libros, me encontré con la historia de Jean – Dominique Bauby (JDB).

Recientemente, gracias a Carlos Ycaza y su columna de “La Revista”, me enteré que existe una película sobre Jean – Dominique, dirigida nada menos que por Julian Schnabel (ganador del Cannes con este film). Julian es un pintor que al cine, anteriormente, únicamente se había adentrado con obras de arte como Basquiat y Before the night falls (un retrato de la vida del poeta cubano Reynaldo Arenas).

La escafandra y la mariposa (la mejor película que he visto este año, con el perdón de los fanáticos de The dark knight) nos muestra el pedazo de vida de un Bauby con el “síndrome de cautiverio”, enfermedad que tuvo después de sufrir una apoplejía en 1985, quedando paralizado de pies a cabeza, teniendo únicamente a su ojo izquierdo como ventana al mundo y medio para comunicarse.

Durante los primeros veinte minutos, la cámara simula el ojo de JDB, permitiéndonos, de alguna manera, sentir su angustia y desesperación al despertar de un coma que duró tres semanas y recibir la noticia de no tener control sobre su cuerpo. Después verse en un espejo, según sus palabras, como salido del formol; y ver como a sus 42 años lo bañan como a un bebé grande. En ese lapso, La escafandra… se concentra en ser únicamente un esbozo de la vida de un Jean Do paralizado físicamente, y poco a poco, en nimias imágenes, se nos muestra su pasado como jefe redactor de la revista Elle, sus hijos, sus amantes y sus pasiones.

JDB cuenta con dos hermosas doctoras. Una es su fisioterapeuta y la otra desarrolla un sistema que le permite comunicarse, el sistema consiste en decir las letras del alfabeto (ordenadas según la frecuencia de uso en francés) en voz alta y JDB parpadea para señalar la letra elegida. Quiero morir son sus primeras palabras, pero después de una reflexión, la película (su vida) se transforma en un torbellino de pensamientos, representados en imágenes, que demuestran a un Bauby que quiere seguir adelante. He decidido no quejarme… son sus próximas palabras.

Después del accidente, dos cosas le quedan a JDB: Su imaginación y su memoria, y con ellas decide comenzar a escribir las última cartas de un naufrago en las costas de la soledad. Detrás de la cortina raída, un brillo pálido anuncia el amanecer… son los primeros dictados de las palabras con las que comienza su libro La escafandra y la mariposa. La escafandra es su cuerpo que lo mantiene a un mundo de distancia del resto de vivos, y la mariposa es su imaginación, ese pedazo que aún le queda de humanidad.

De ahí en más, lo que nos muestra la pantalla es el transcurso de todo lo vivido por JDB mientras redactó La escafandra…, las emociones que aún generaba en sus amigos; el impacto que producía en cada nueva persona que conocía; los celos que aún tenían sus amantes, la una contra la otra; sus sueños; el amor de su padre y de sus hijos, y el amor, y los celos, y la lástima, y la tristeza y las lágrimas y la risa, y las lágrimas, y la risa, y la risa, y la risa, y las lágrimas… Del resto de personajes no sabemos nada, pareciera que Jean Do los hubiera atrapado y que en realidad los paralizados fueran otros.

Cuatro escenas son las que quedaran para siempre en mi memoria. El "día del padre" en la playa con sus hijos y Celine, sintiéndo ser un remedo de papá a ratos; el diálogo con una persona que había sido rehén en Beirut por cuatro años y a la cual JDB le había cedido el fatídico asiento de avión; cuando Claude le regala los tomos del Conde de Montecristo, durante un paseo en yate; y la caminata por Lourdes después de la escena de la pelea con su novia y la virgen. Esto acompañado de una excelente banda sonora y dirección del arte.

Bauby muere diez días después de la publicación de su libro en 1997.

Por ahí he escuchado y leído que de los buenos sentimientos nace la mala literatura; con la película de Schnabel y el libro (la vida) de Bauby vemos que no toda verdad es absoluta. ¿No somos nosotros los paralizados en la comodidad de nuestros asientos?

Esquirla final: A La escafandra y la mariposa se la ha comparado con Mar adentro. Ambas me parecen geniales, pero recordemos que la protagonizada por Bardem, tenía de fondo la polémica de la eutanasia, mientras que Schnabel se ha dedicado a hacer un homenaje a la vida. Las dos solo coinciden en darle a la muerte física y al poder de la imaginación un papel trascendental.
Acá la banda sonora:

1. All the world is green - Tom Waits (fragmento del "día del padre") en la película.

2. Ultra violet - U2.

3. Don´t kiss me goodbye - Utra orange & Emmanuelle.

4. Pale blue eyes - The velvet underground.

5. Ramshackle day parade - Joe Strummer & The mescaleros.

6. La mer - Charles Trenet.













9 de octubre de 2008

Bob

El día en que muera, sin que eso importe mucho para el lívido y maltrecho cuerpo anteriormente mío metido en un catafalco de pino sin respeto a mi ya difunta claustrofobia, durante el funeral no quisiera disparos al cielo ni discursos que conmuevan, sino que se escuche en el orbe de los aún vivos esta melodía:

Old pirates, yes, they rob I;
Sold I to the merchant ships,
Minutes after they took I
From the bottomless pit.
But my hand was made
strongby the and of the almighty.
We forward in this generation triumphantly.
Won’t you help to sing these songs of freedom?
cause all I ever have:
Redemption songs;
Redemption songs.

Para muchos, Bob Marley no pasa de ser un rato en la playa, en Montañita sentados en la arena siendo parte del breve ambiente epicúreo, con hippies del momento que se pasan los porros (los fasos diría Spinetta en su lunfardo) y esperan el final de la semana para volver a sus rutinas, a sus modas. Esos céfiros momentos también los sentí yo, pero entendí que mi realidad no es lo que determina a Bob y lo que fue él.

Bob Marley no es solo el símbolo de los bohemios del mar, de los adictos al elixir (entiéndase esto por alucinógenos) o de los aventureros con un montón de kilómetros y una mochila en la espalda, también es una influencia directa (aunque muchos no se den cuenta) en la gente que propone un cambio, en los que tenemos de profesión permanente al idealismo (sin que el idealismo sea excluyente de las tres actividades anteriormente mencionadas), esto siempre y cuando dejemos atrás los tabúes y las criticas a expresiones culturales que no entendemos.

Bob fue un activista no – político, brindaba conciertos gratis en su Kingston, Jamaica para promover la paz amenazada por los gángsters. Un 3 de diciembre de 1976, dos días antes de una de sus gratuitas presentaciones (Smile Jamaica), sufrió un intento de asesinato, provocado por los que en la Jamaica de entonces vivían del terror, donde fue gravemente herido junto a su productor y su esposa, Rita. A los dos días, a pesar de tener heridas de bala en el pecho, se paró en el escenario y cantó frente a 80 mil personas en el Smile Jamaica. Su justificación fue: “La gente que está tratando de hacer este mundo peor no se toma ni un día libre, ¿cómo podría tomarlo yo? Ilumina la oscuridad”.

Dos años después, luego de un exilio para evitar otro atentado, fue invitado por los dos candidatos a la presidencia de Jamaica para que participara en el evento “Concierto de la paz un solo amor”, evento realizado para confirmar la tregua entre las bandas criminales de Kingston. Durante el acto, Marley hizo posible que los dos principales líderes opositores se dieran la mano frente a 100 mil personas, demostrando una vez más que la música es el camino ideal a la convivencia pacifica. Por sus acciones de esa noche y su lucha contra la opresión, recibió la Medalla de la Paz de las Naciones Unidas y fue invitado por varios mandatarios africanos a las celebraciones de independencia de sus naciones; en un continente africano donde aun se respiraba esperanza, pasó por Kenia, Etiopia y Zimbawe.

No solo por su activismo Bob Marley es un referente para el idealismo, solo escuchando sus canciones tenemos un grito de libertad. ¡Que mejor himno que Get up stand up para las Naciones Unidas! y Redemption Songs para expresar lo que es dejar los rencores y el pasado a un lado; mientras mi memoria aun recuerda las incontenibles emociones que rezumaban de mi cuerpo que escuchaba a Gilberto Gil (ministro de cultura de Brasil) cantando Kaya (canción de Bob) frente a Kofi Annan en el día mundial de la paz.

Ahora que estamos en época de premios Nobel: propongo un Nobel póstumo de la paz para Marley y su obra.


24 de septiembre de 2008

Estoy ciego, estoy ciego

Uno abre su correo y se encuentra con algo así: Estaba una universitaria hablando con su padre sobre lo aprendido en sus estudios, contaba sobre sus lecturas de Marx y el materialismo dialectico, la lucha de clases, la distribución igualitaria y otras teorías que encontró en EL CAPITAL, dándole total razón al pensador alemán y pidiéndole una explicación al padre del actual sistema económico mundial y todos los perjuicios que ha traído la derecha. El papá pasivo y sereno le pregunta a su retoño de cómo va su mejor amiga. Ella le contesta que muy mal porque tiene descuidados sus estudios y no le da mayor interés. Acto seguido el progenitor le pregunta al fruto de sus entrañas de por qué no le da algunos puntos de sus excelentes calificaciones a su compañera. La respuesta que se espera es de lo más lógica: Ella no se lo merece, esto es resultado de mis esfuerzos, y él lo único que responde es: Hija, bienvenida a la derecha.

Esta hueca historia del conocido estilo simplista de La culpa es de la vaca o Quién se ha llevado mi queso, no provocaría ningún daño si no pasara de anécdota, lastimosamente estos dos textos son best sellers y de lectura obligatoria para todos los estudiantes de negocios, y al estar yo presente en esas clases, confieso que se nos imponían como verdades absolutas (suerte que en casa me enseñaron que los libros te deben provocar mayor curiosidad que respuestas) y lo corroboro con algunos comentarios de mis compañeros: Ja! Buen ejemplo; más atinado no podría ser; digno de usarlo de ejemplo con nuestros hijos. Si fuera así, tan simple para que alguien acepte determinada ideología, como la hija estudiante con Marx, o como mis amigos con su historia, yo les podría decir que lean Ensayo sobre la ceguera de Saramago, que trata de cómo en un país todos sus habitantes se quedan ciegos y son capaces de cualquier cosa para sobrevivir. Una parábola que crítica al individualismo capitalista donde prima la competencia, y de paso el libro muestra al comunismo como mejor opción. Añadiendo también que esta historia no fue escrita por cualquiera, sino por un Premio Nóbel de Literatura.


Claro que otro día también podría comentarles que Saramago apoyaba el régimen cubano, hasta que un día se enteró de cómo Fidel mandó a fusilar y encarcelar a varios traidores de la revolución (algunos periodistas), y las palabras que se escucharon del escritor portugués fueron: Hasta aquí he llegado. Y claro que cuando crezca, y deba mantener a una familia, es probable que me despoje de algunos pensamientos izquierdistas que ahora tengo, podría decir como uno de los personajes de Benedetti: Se sigue fiel a los principios o se gana plata.

El mismo Marx ya señalaba que encuentra mayor explicación de los sucesos de la economía en los cuentos de Charles Dickens que en la teoría económica. Y es fácil observar que hay algo de verdad en eso. Para muestra, como ejemplo, tengo el prologo del Fausto de Goethe cuando discutían el director, el poeta dramático y el gracioso, notando en el primero claramente una ideología capitalista; en el segundo socialista; y el tercero, digamos una tercera vía. En la literatura, mi reparo con los simpatizantes de derecha en Ecuador, respecto a su vocación por las historias cortas y sencillas, es que las usan como principal argumento de exposición de ideas y adoctrinamiento. Ya decía la directora del Instituto Ecuatoriano de Economía Política (IEEP), en un editorial hace un par de años, de que el principal problema de la derecha es su falta de buenos escritores. Y el problema de la izquierda ecuatoriana es que con sus actuaciones, en nombre de personajes del pasado, provocará que pronto utilizar los términos Alfarismo y Bolivariano, sea lo mas parecido a invocar al cuco.

Fuentes:
Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago.
Gracias por el fuego, de Mario Benedetti.
Fausto, de J.W. Goethe.
Las historia de EL CAPITAL de Karl Marx, por Francis Wheen.
http://www.ieep.org.ec/

20 de septiembre de 2008

Sobredosis

En los dos meses que llevo viviendo en Cuenca, la propaganda electoral para el referéndum sobre el proyecto de Constitución ecuatoriana es casi nula. Se ven algunas camionetas con fotos de Lucio Gutiérrez y con altavoces que dicen No al aborto, No al alza de precios; en el parque Calderón cuelga un letrero, como de heladería, que dice Si, pero en el resto de calles, nada más que llame la atención. Muy aparte de lo que leo en los diarios a través del internet, o veo en los noticieros y la constante propaganda gubernamental, la única dosis de política que he tenido en esta ciudad fue la semana que pasó, en el teatro del Banco Central, donde asistí a una presentación de Carlos Michelena (ese mismo, el toque del Miche), todo sea por apoyar a la Liga de Cuenca con sus problemas financieros. El Miche se vistió de juglar, habló como juglar y se comportó como juglar. Se disfrazó del presidente Correa, pidió plata como Abdala y cantó música protesta. Al final dio un consejo, sobre el voto, a todos y unos posters de caricaturas de los últimos presidentes ecuatorianos. En una ciudad inclinada a la izquierda y al ser el Miche un hombre de la misma dirección, sus palabras fueron apreciadas.

Con esas palabras y algunas risas que deje flotando en el frio ambiente cuencano, me dirigí a lo que por ahora llamo mi casa, satisfecho de la glotonería cómica, pensando en que al día siguiente cuatro horas de trémulo viaje me esperaban para llegar a Guayaquil. Fueron casi cinco de tembloroso aburrimiento, pero al fin ya asomaba el manso Guayas. Me recibió con un cartel gigante de fondo blanco y escrito En Guayaquil decimos No. Así comienza esta travesía por el lugar que me vio nacer y que aun me parece tan familiar, aunque con muchos cambios en su atmósfera.

Es medio día de sábado, el sol en su cenit, y decido con una amiga ir a comer al malecón del salado esos mariscos que tanto extraño. Tomo el bus que me deja más cerca de destino y recorrido un par de metros, leo un letrero en la ciudadela alborada que reza Regeneración urbana: Una obra más de Nebot. Ni dos minutos y en la misma calle otro cartel avisa, NO mientras Juan Pueblo se desgarra la camisa. Un par de metros más y observo como los autos exclaman en sus vidrios: No al aborto; Soy pelucón y qué; Yo voto por el Sí, porque el pasado ya lo viví y otras perlas que ahora no recuerdo. El chofer entretenido escuchando Juanito Alimaña, Soy el cantante y otros clásicos de la salsa, se ve interrumpido por la cadena del Ministerio de Educación que nos explica que es el buen vivir, el as del volante, por supuesto, trata de cambiar la emisora y no verse impedido de su diversión, pero se resigna ante lo imposible, y en el mismo instante, en el centro comercial San Marino, unas jóvenes, presuntamente estudiantes universitarias, con gafas Gucci o DKNY, con globos en las manos nos gritan: VOTE NO, PITE SI VA A VOTAR NO, etc. Creía que por la Universidad Estatal de Guayaquil me venía lo peor, imaginaba caravanas, protestas y otros populismos disfrazados de proselitismo, pero por suerte solo me encuentro con una pancarta bramando en la afueras de una facultad. Nosotros estamos con el Sí. Después de tanta locura, al llegar, a duras penas disfruto mis camarones y no me dan ganas de salir más.

Esquirlas sobre el recorrido: Francamente, no me sorprendió esta actitud súper política del puerto principal, después de ver el sinnúmero de mensajes en mi correo electrónico de amigos y sus nicks en el MSN. Mis únicas preocupaciones o diferencias con las personas que van por el No, es que no proponen ningún cambio o propuesta. Así: ¿A quién pretenden convencer? Con ese individualismo de: por un lado autonomistas, por otro conservadores, por otro estudiantes; profesores por el Si solo por un articulo que los beneficia, religiosos por el No porque solo velan por sus intereses, etc. Nadie se ha preocupado por establecer consensos y nuevas reglas de juego. En mi estadía en Guayaquil, solo recibí una sobredosis de intereses y algo de inconformismo, pero nada de cambio.

23 de junio de 2008

La necesidad de la crítica II

Esta es la carta completa que envíe al diario EL UNIVERSO, para solicitarles espacios de opinión y debate, así como lo hice la semana pasada con el Municipio de Guayaquil.




Es bastante extraño como diario EL UNIVERSO, que se autodenomina el mayor del país, no tiene espacios de expresión ciudadana dentro de su página web. Reconozco el valor de las “cartas al director” publicadas diariamente junto a las columnas editoriales, donde cada persona puede opinar una vez al mes (este escrito no va dedicado a este espacio).

Es notable también como EL UNIVERSO, desde hace más de un año, ha invitado a distintas personas a escribir artículos de opinión sobre temas especializados (aunque la mayoría de las veces en las columnas se lee a Iván Ruíz, Jaime Marcet o Marcos Elizalde Jalil).

A pesar de estos intentos del medio de comunicación, por mantener un vínculo con el lector, sería de gran importancia y un aporte para el fortalecimiento de la democracia, si habilitaran dentro de su sitio de internet un espacio para el público en general de cada editorial o noticia que publiquen. Así podrían enterarse de los pensamientos e ideas de las personas que lo leen, y de igual forma se enterarían los gobernantes y servidores públicos de como son tomadas su acciones.

Jorge Enrique Adoum dentro de su libro “Ecuador: Señas particulares”, opinaba respecto a las cartas de los lectores que circulaban en los diarios del país, como “basura intelectual”. Creo que él se refería duramente a las expresiones de los ciudadanos, por el escaso conocimiento del ecuatoriano de las situaciones que lo rodean y el por qué se provocan.

Yo pienso de una manera distinta, y creo en estos espacios como interesantes para el debate y para conocer otros puntos de vista. Recuerdo a principios de año a un editorialista de este diario, escribió un artículo denominado “Lamento boliviano”, en el cual inculpaba de las muertes durante unas protestas en Bolivia a los seguidores de Evo Morales. Pero unos meses después, jóvenes de la derecha boliviana agredieron, desnudaron y ridiculizaron a unos indígenas bolivianos. ¿Cómo me enteré? A través de EL UNIVERSO.

Sin embargo hubiera sido bastante interesante, en un espacio de opinión dentro de la página web, recordarle al articulista de la injusticia que hizo, al no señalar de ninguna manera estos hechos y pasarlos por inadvertidos. Sin olvidar que esta persona de alguna manera u otra influye dentro de la sociedad.

Otro articulista de su diario, escribió hace poco cuando se debatían los principios de comunicación, que a través de los blogs los ciudadanos podríamos enterarnos de las distintas acciones tomadas por el gobierno y de las opiniones la ciudadanía, para lo cual habría que darle a la gente acceso a internet.

En un principio dentro de los espacios, la mayoría de personas que escribirían serían migrantes con acceso a internet, estudiantes universitarios (asiduos visitadores del internet), y profesionales. Inicialmente no sería exactamente “basura intelectual” lo que se expondría y debatiría.

Ningún diario de la ciudad tiene este tipo de espacios de opinión, señalados por la redacción del diario EL COMERCIO como: “Una de las últimas tendencias del periodismo es la de dar a los lectores la oportunidad de relatar, desde su propia perspectiva, los hechos y las noticias que está viviendo”.

Los diarios guayaquileños deberían empezar a visitar las páginas de los diarios quiteños o internacionales (recomiendo EL TIEMPO de Colombia, o EL PAÍS de España, además de EL COMERCIO).
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