7 de diciembre de 2007

Plenos poderes

Ultimamente en materia política, los plenos poderes han sido uno de los principales y más polémicos temas que los distintos medios de comunicación presentan y discuten. Esto también ha llevado a pensar en qué otros casos se han adoptado estos “plenos poderes” y cuál fue su resultado en la aplicación, teniendo como ejemplo para mecionar al siguiente:

Con la aplicación de las privatizaciones y otras medidas propias del consenso de Washington, que trataban de disminuir el poder del Estado y el asentamiento del mercado como principal eje de la sociedad, los consumidores y pobladores de distintos lugares en el país y alrededor del mundo hemos visto cómo se ha ido acentuando el poder de diferentes compañías dentro de la sociedad. Estos son los “plenos poderes” que les hemos otorgado a diferentes sociedades anónimas, empresas, corporaciones, consorcios, etc. Es decir el mercado en general y con estos plenos poderes ellos han podido flexibilizar las legislaciones nacionales para poder contratar y despedir empleados sin preocuparse por su bienestar - teniendo en cuenta la poca oferta laboral en países como el Ecuador y los altos índices de pobreza en ciertas zonas-, además de mejorar su productividad con salarios mínimos y posibles demandas internacionales si el Gobierno piensa elevarlo para mejorar la calidad de vida de sus habitantes - ésta es una de las clausulas dentro del TLC que Estados Unidos quería negociar con Ecuador -. Si no me creen lo que estoy diciendo, tienen como ejemplo de esto a las recomendaciones que realiza el Banco Mundial en su “Informe de Desarrollo Mundial” dedicado este año a la agricultura. En el plano ambiental también se reflejan estos “plenos poderes” con empresas que no consideran el impacto que sus acciones generan en la naturaleza y en la sociedad, traspasando todos los daños, gastos o perjuicios a los pobladores más cercanos a las zonas donde realizan sus operaciones o en último instante el Estado, como en los casos de personas enfermas o la limpieza de ríos contaminados.


El problema está en que el bienestar de las personas no puede recaer únicamente en el altruismo o en un voto de confianza hacia los empresarios con sus políticas de responsabilidad empresarial. Lo que se necesita es un Estado fuerte con leyes y personas capaces de sancionar a empresas o individuos que perjudiquen o atenten contra la sociedad, nuestros recursos naturales y soberanía en general. Sin embargo aún con estos, es necesario el apoyo de las empresas en construir un Estado de bienestar para las personas, con medidas que además de generar empleo también promuevan el desarrollo, mediante el pago de salarios justos, el cuidado por el medio ambiente y compensando todo tipo de impacto por más pequeño que este sea.
Ahora con este ejemplo ya saben lo que puede pasar con poderes absolutos, pero también conocemos la solución, por lo que en todo lo que concierne al presente y futuro del país: El Estado, el sector empresarial y la sociedad civil deben actuar en conjunto para obtener algo de ese tan deseado progreso y que este no solo sea material, como le está pasando ahora a Costa Rica, según un analista y cuyas expresiones fueran publicadas en el Comercio.

Fuentes:
Hacia un mundo mejor, Luis de Sebastián.
Informe mundial sobre desarrollo 2008, Banco Mundial.

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