16 de noviembre de 2007

Del socialismo del siglo XXI

Unos a favor, otros en contra, en esta guerra ideológica de minorías que han pasado a ser mayorías y antiguas mayorías que van desintegrándose. La guerra actual se concentra en un modelo socioeconómico que según su creador (Dietrich) en ningún país se ha implementado aún, y esto lo puede corroborar Jaime Nebot quien dice que en estos tiempos ni siquiera Fidel Castro podría reconocer el socialismo. La derecha, si es que aún existe, piensa en este como la expresión de dictaduras, irrespeto a las libertades y antitesis de desarrollo; por otro lado la izquierda cada vez más populista no profesa un verdadero significado de la palabra socialismo, sin embargo se puede rescatar algunos versos de Marx en los cuáles señalaba que el socialismo debería consistir en un conjunto de ideas en constante evolución hacia la liberación del ser humano, yo personalmente también pienso en el socialismo como sinónimo de progreso, equidad, redistribución y justicia social - en muchos casos parecido al pensamiento de Manuel Chiriboga -.



Alfonso Espinoza de los Monteros nos dice que cuando la ideología se vuelve dogmática, las decisiones oficiales atentan contra el sentido común y la practicidad. Esto ha sucedido a través de la historia con el capitalismo y el socialismo; a la larga noche neoliberal puede considerarsele de la misma forma - medidas uniformes e inflexibles que no consideran el entorno de la región o nación a aplicarlas - como se definió al Marxismo - una tesis dogmática establecida por los gobiernos de turno desde Zimbawue hasta Nicaragua -. Entonces a pesar de lo que digan Hugo Chávez, Evo Morales o el mismo Dietrich, hay conceptos del socialismo del siglo XXI que se pueden rescatar o cuestiones antiguas de este modelo que valen la pena practicar y volverlas del siglo XXI; o es que acaso el actual modelo capitalista no utiliza herramientas o mecanismos que otras ideologías profesan, teniendo como ejemplo el caso de grandes bancos en crisis de solvencia o multinacionales con serios problemas económicos ayudados por la Reserva Federal que les entrega dinero - esto suena a subsidio porque este es un caso como si cualquiera de nosotros no pudiera pagar la hipoteca y el banco se prestara a ayudarnos - o las compañías que se unen en joint ventures o grandes monopolios asociados para sacar del camino a los competidores y colocar mayores barreras de entrada - esto en cambio suena a un socialismo corporativo -. Y también está la situación de los escritores que piden libertades absoluta o de las empresas que piden una mínima intervención el estado con sus políticas de "mano invisible" que recuerdan a un pensamiento anarquista.

Por esto es de creer que una corriente económica que dicta entre sus principios, que el ser humano debe estar por encima de los medios de producción y que el mercado es un elemento social para satisfacer necesidades y no acumular riquezas, es de considerar porque estamos en un país donde la mayoría que aún permanece, no conocemos aún el verdadero significado de la palabra desarrollo y como extra ya no le echaríamos la culpa a Washington si encontramos nuestro propio camino a seguir.
Fuentes:
La historia del capital de Karl Marx, Francis Wheen.
Socialismo del siglo XXI, Manuel Chiriboga, Publicado el 12/11/07 en el Diario el Universo.
Sentido común, Alfonso Espinoza de los Monteros, Publicado el 1/11/07 en Revista Vistazo.

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