18 de febrero de 2011

Nada, no pasa nada

En años en que todavía era el rostro fresco de una década (Aranofsky la jubiló de forma psicópata en Black Swan) y el centro sobre el que giraba el mundo de la música se trasladaba a Seattle, en Reality Bites que vendría a ser otra película más de la Generación X, Winona Ryder se encargaba de pronunciar el discurso de graduación frente a sus compañeros, terminando con un pesimista ¿y ahora qué?... Quince años después de progreso y avances, con revolución ciudadana incluida, y por largos tramos de carretera existe la misma interrogante.

Cada vez que por alguna razón en el trabajo no hay el automóvil disponible y me toca viajar a Daule, Santa Lucía o Balzar en la Balzareña o El señor de los Milagros, o cualquiera de los buses chicheros que avanzan hasta el Empalme, desde la Planta de Ambev, pasando por Petrillo y Puente Lucía, se produce un interminable desfile de informales ofertando sus productos que van desde tarjetas y cd’s de música hasta corviches, incrementándose a partir de Nobol. Mendigos, ancianos, padres de familia, mujeres, pero sobre todo jóvenes no mayores de 35 años. Resulta frustrante y hasta irritante ser testigo de la inexistencia de empleo, de inversión, de oportunidades.¿Al salir del colegio la única opción de los graduados que viven en pueblos arroceros con calles de lodo en invierno es el subirse a los colectivos para ganarse la vida? ¿No hay otra esperanza? Conversando con un compañero de la capital concordamos en que claramente al recorrer las rutas y visitar otros cantones se puede ver el centralismo de Quito y Guayaquil.

Las protestas en Egipto, y que como un incendio se expanden por el Medio Oriente, por parte de jóvenes inconformes eran inminentes si se observa que la meta referente a empleo de la juventud, en los Objetivos del Milenio de las Naciones Unidas, está muy lejano a cumplirse. Ni siquiera la tercera parte posee un trabajo. En las zonas fuera de los polos del desarrollo, en el país, no se dan estos disturbios porque hay que ganarse la vida y no hay tiempo para reclamar. O tal vez (segunda teoría) porque todavía no le encuentran ese otro sentido al facebook además de buscar vacile…

1 comentario:

Rudolf dijo...

Ese centralismo es el producto de decadas perdidas en modelos inoperativos que buscaban redimir el papel del Estado como respuesta última a los problemas nacionales, en los 70 el modelo Cepalino ( proteccionismo a la industria nacional), en los Ochentas y noventas las maromas pseudo centro de centro izquierda, pero sobre todo el eterno populismo, con lo que nos bombardean todos los dias vendiendo al subconciente de que el Ecuatoriano es pobre,humilde y necesita protección

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