El día de ayer las oficinas estuvieron vacías. Masiva fuga de trabajo. El cuerpo podía estar en las calles pero la mente se había trasladado a Madrid. El partidazo que tanto lo habían adobado y asado a niveles infernales no lo fue. Un solo equipo en la cancha, aunque esta vez no deslumbró el Pep-team/dream-team. El Real de una vez esperando lo peor (la prepotencia de Ramos, la bestialidad de Pepé, las niñerías de Cristiano). Messi haciendo de las suyas. Mourinho habla de vergüenza, pues debería referirse a él por como planteo el partido. "¡Siempre lo mismo!" decía al final del partido, yendo a los vestuarios. Impotencia. Parafraseando al italiano que comenta en ESPN: un equipo que en 58 encuentros juego proponiendo, queriendo avasallar, y dos más importantes, cuando debe jugarse la vida, parece el Almería. El buen fútbol e ir hacia adelante por suerte aún se impone. Salud por eso.
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