28 de marzo de 2011

Mi enfermedad


La voz en off dice que por fin está haciendo lo que siempre ha querido. Termina con un final feliz. Se queda con la chica y el empleo. Aparecen los créditos y no dejo de preguntarme ¿por qué no dirigió Love and other drugs Cameron Crowe? El tipo que mejor cuenta historias sencillas, que baja de las nubes y convierte en realidad los pequeños sueños, que llena de música cada escena. La película daba para tanto y se quedó a medias. A ratos una comedia juvenil, a ratos bastante sexual, extremadamente cursi en alguna escenas, inaguantable en pequeños pasajes y brillantes en otros, por momentos quiere ser una crítica al sistema. Una independiente chica con Parkinson y un ganador que puede con los que se venga. A Ed Zwick, acostumbrado en apologías al hombre blanco como Blood diamond y The last samurai, no le resultó jugar a lo Jason Reitman (aunque Up in the air resultó un asco), tratando de crear en Jake Gyllenhaal a un nuevo Jerry "show me the money" McGuire. Le resultó muy grande la tarea. Sin embargo hay que agradecerle por mostrar a Anne “Catwoman” Hathaway por varios deleitables minutos como Dios la trajo al mundo. De mis favoritas. Mi enfermedad.

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