Predica, hermano, predica… Veo los ángeles colgando de la ciudad, las ancianas en llamas saludándome mientras la sonrisa se les extingue…
Pero yo seguí a lo mío. Bailando con mi chaqueta roja las canciones de moda. Mal alimentado pero bien peinado. Sin esperanzas, sin futuro, pero con mucha clase. Ignorando los jardines y arrojándome de cara contra las ortigas. Bebiendo y subiendo a los ácidos, bajando de las noches de coca como el que se cae de un toro salvaje en un rodeo. Pasándolo bien. Besando a algunas chicas y corriendo después. Más rápido que el autobús del colegio. Más listo que los agentes de bolsa. Tan lejos de ellos como se puede estar. Así que ahora no necesito que nadie me desee suerte. He atado todas vuestras promesas con los cordones de mis zapatos y las he tirado al mar. Es tiempo de celebraciones. Vamos a asistir a algunos cambios. Puedes estar conmigo y deberías estar conmigo porque desde la carretera no vas a ver nada. Voy a pasar tan de prisa que despeinaré a tus hermanos, aunque se hayan encerrado en la despensa. Tengo mi chaqueta roja y la palabra más imbécil en la que puedo pensar es DESTINO. Cree en mí o no creas. O mejor muérete. Estoy haciendo lo que puedo. No esperes que te hable de salvación. Sé lo mismo que tú.¿No crees que podría ser mejor? Los chicos del otro lado de la ciudad ya lo están cantando. Pronto serás el único que no se sabe la letra. Si alguien se hubiera tomado la molestia de preguntar sabría que siempre he querido ser una estrella de rock and roll.
Pero yo seguí a lo mío. Bailando con mi chaqueta roja las canciones de moda. Mal alimentado pero bien peinado. Sin esperanzas, sin futuro, pero con mucha clase. Ignorando los jardines y arrojándome de cara contra las ortigas. Bebiendo y subiendo a los ácidos, bajando de las noches de coca como el que se cae de un toro salvaje en un rodeo. Pasándolo bien. Besando a algunas chicas y corriendo después. Más rápido que el autobús del colegio. Más listo que los agentes de bolsa. Tan lejos de ellos como se puede estar. Así que ahora no necesito que nadie me desee suerte. He atado todas vuestras promesas con los cordones de mis zapatos y las he tirado al mar. Es tiempo de celebraciones. Vamos a asistir a algunos cambios. Puedes estar conmigo y deberías estar conmigo porque desde la carretera no vas a ver nada. Voy a pasar tan de prisa que despeinaré a tus hermanos, aunque se hayan encerrado en la despensa. Tengo mi chaqueta roja y la palabra más imbécil en la que puedo pensar es DESTINO. Cree en mí o no creas. O mejor muérete. Estoy haciendo lo que puedo. No esperes que te hable de salvación. Sé lo mismo que tú.¿No crees que podría ser mejor? Los chicos del otro lado de la ciudad ya lo están cantando. Pronto serás el único que no se sabe la letra. Si alguien se hubiera tomado la molestia de preguntar sabría que siempre he querido ser una estrella de rock and roll.
- Héroes - Ray Loriga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario