El resto del menú consistía en: El infiernillo (ecuatoriana), Ángeles negros (chilena), Carmen la que contaba 16 años (venezolana), Unas fotos en la ciudad de Silvia (española), La quema de Judas (venezolana), La orilla que se abisma (argentina) e Intimidades de Shakespeare y Víctor Hugo (mexicana).
Para mi maldita suerte, la película no salió de aduana, es decir que reposaba en el manso Guayas, así que los organizadores del festival decidieron proyectar: Este maldito país del director Jorge Martín Cueva.
Este maldito país lleva por nombre un verso de un poema del notable escritor ambateño Jorgenrique Adoum y el documental trata de descubrir la verdadera identidad de los ecuatorianos y nos pregunta: ¿Qué realmente somos los ecuatorianos?
Jorgenrique Adoum no lo sabe al ser hijo de libanes y madre ecuatoriana; Lourdes Tiban tampoco, al revelarse como una mestiza, porque su abuela había tenido un romance con un terrateniente, romance del cual salió su madre; “Papá roncón”, algo así como un Mozart de la marimba, nos cuenta que aprendió a interpretar esas melodías de indígenas esmeraldeños y no de afros; Jaime Guevara cantando en Quito por los hermanos Restrepo, y así, otros personajes desconocidos: Gays, inmigrantes japoneses y el resto de esos ecuatorianos comunes, que son extranjeros para el resto, nos cuentan cada uno su historia y lo que para ellos significa el Ecuador.
Cueva, con su obra y gracias a su jato original de sociólogo, trata de realizar algo más didáctico que estético, mostrando como en un territorio tan pequeño podemos ser tan diversos: Una persona no dice soy un cuerpo, sino tengo un cuerpo y un ecuatoriano no dice soy un país, sino tengo un país, relata la voz en off.
Y con todos estos testimonios, la mente comienza a preguntarse: ¿Quién definió lo que es ser un ecuatoriano?, ¿Quién es más ecuatoriano: Aquella qué está cargando tomates en el mercado o el guardia que lo mira con sospecha?, ¿Qué tanto conozco el Ecuador y qué tanto me identifico con un negro esmeraldeño, con indígena de Cocha, o con alguien que decidió inmigrar a Galápagos?
Delirium tremens después de esa última pregunta llegan recuerdos de infancia viajando en tren a Huigra entre gallinas, cerdos y personas; escenas con amigos comiendo en un pueblo llamado Barcelona, escala de un viaje hacia Esmeraldas; comiendo chochos en Otavalo; caminando entre heladerías y heladerías en el Chota, porque ahí la distancia no se miden en kilómetros sino entre heladerías. La tía de Guerrón, ese tieso marcador izquierdo de la selección ecuatoriana de fútbol me decía: Usted pasa dos tiendas de hela´o y antes de ver el puente llega al Juncal; recogiendo habas a caballo en Cajas – Imbabura, entre antiguas vías de ferrocarril; aprendiendo Huorani en Tabacundo; y en un bus preguntándole a un viejo: ¿Cuánto falta para llegar al lago San Pablo? Y él respondiéndome: Poco... ¿Usted es turista?, ¿de qué parte del extranjero viene? E inmediatamente de mis entrañas sale: Yo soy ecuatoriano, tan ecuatoriano como el encebollado y la fritada.
Dan ganas de agarrar una mochila, lo poco que tienes en la cuenta de ahorros y perderse en lo hondo del Ecuador.
Ser ecuatoriana (como ser argentina o guatemalteca) es ser occidental de segunda mano.
ResponderEliminarLo hondo del Ecuador es hermoso, pero ahora que se puede comer risotto 4 quesos de exquisita calidad en el Puyo, comentar detalles del triunfo de Obama con los pescadores de Puerto López o comprar discos piratas de Tracy Chapman en Javín la verdad me da por creer que lo verdaderamente profundo del Ecuador está a nuestro alrededor en sus cuyes, sus Jotajotas y sus zhumires pechoamarillo y para disfrutar eso no hace falta mochila.
¡Salud!
No recuerdo quién decía que las únicas formas de conocernos y aprender era por medio de la lectura y de los viajes... Yo le agrego que si se tiene a las dos, mejor.
ResponderEliminarConozco personas que piensan que todo el mundo tiene aire acondicionado en sus casa, que ya nadie se baña en el río y muchos de mis amigos creen que en una ciudad, mientras más carros mucho mejor.
Yo tenía algo de eso hasta que me aburri del confort y la funcionalidad... El posteo: Un peño recuerdo para mi ignorante pasado.
Y la verdad nunca he tenido el placer de comer platos italianos en medio de la selva, pero sí comida hindú en Loja.
Con un vaso de canelazo, salud!
yo creo que esa pregunta de '¿qué somos los (ponga aquí el gentilicio' que quiera?' es un recurso retórico y trillado ya. y la respuesta es sabida de antemano también: no hay un ecuatoriano, hay un poco de individuos y gentes diversas. de ahí que jorgeenrique adoum se las dé de súper profundo diciendo que no sabe 'porque su papá no es de acá'.
ResponderEliminarojo, solo comento sobre lo que dice este post. no he visto la peli y sí me gustaría verla pero por la diversidad. lo que me cae medio pesado es ese tonito beato y de supuesto reclamo sobre ¿quién definió el ser ecuatoriano? cuando nadie lo ha definido y quien lo haya intentado dudo que haya obviado la diversidad. incluso el digamos, pelucón, al referirse al ecuador no creo que diga que somos un país donde todo el mundo viva con aire acondicionado. sabe que no es así y lo más probable es que se sienta superior porque él sí.
que hay un ecuador profundo, sin duda. y como dice la chica cosmo, está más al alcance de lo que posiblemente quisiéramos ver.
mi crítica,en todo caso, es al planteamiento de ¿qué es ser ecuatoriano?. el título que quizás sonaba más interesante es, por cierto, igualmente trillado.
Te parece trillado? Para mi, Raul, son pocos los intentos notables que se han hecho de de analizar y mostrar al resto de personas la gama de pueblos y costumbres que existen en el pais.
ResponderEliminarCon personas que hablan de que esto ya no es el Tahuantisuyo o que hay algo mas alla de la cosmovision indigena, o que la constitucion era un fiasco porque se nombraba a la Pachamama. El trabajo de Cueva no es excelente, sirve de aperitivo para otros temas de discusion.
Para temas especificos: Te recomiendo el documental, "Mete gol gana" y para el estudio social del pais, Ecuador senas particulares de Jorgenrique Adoum
no, Raúl, creo que no me expresé bien. no dije que no me parecía bueno eso de analizar la gama de pueblos y costumbres del país. sí creo que dije que me intresaba la peli por la diversidad, y es precisamente a eso que dices a lo que me refería.
ResponderEliminarlo que me parece trillado es esa pregunta: ¿cuál es la identidad ecuatoriana? o ¿quién carajos (la palabra fuerte no puede faltar para el golpe de efecto, como en 'maldito país') definió al ecuatoriano? porque me parece que son en el primer caso un recurso retórico de respuesta anticipada y conocida: no hay tal. y no creo que el director no la supiera. en cuanto a la segunda, me parece que es dar palos de ciego, porque que yo sepa, aquí nadie ha definido al ecuatoriano. ¿parte el documental de alguna definición? pregunto con verdadera curiosidad, ¿eh? porque creo que así, así, no se ha atrevido nadie.
hay esa señas particulares de adoum que mencionas. hay un libro (creo que a manera de respuesta) de donoso pareja; recientemente hurtado sacó algo sobre la cultura de los ecuatorianos o algo así. que quizás enla mayoría de los casos se refieran al ecuatoriano urbano, clasemediero, etc. y que hayan ignorado al resto, estoy de acuerdo. pero no creo que alguien tuvo la osadía de decir: he aquí la identidad ecuatoriana.
insisto, es la preguntita tirada a muy posmoderna, intelectualona, la que me molesta. si me dicen que éste es un documental sobre la diversidad en el ecuador no armaría tanta alharaca como la que me parece que estoy armando. ¿me explico?
Aquí hay que diferenciar, yo coincido con vos Raúl en que la actitud promedio del no-pobre da asco, una imposible mezcla de consumismo hedonista y cinismo naive que me causa náusea. Pero ciudado, tampoco se trata de idealizar lo hondo del Ecuador y desterrarlo al medio de la selva, lo hondo, (lo auténtico que para eso hablamos de identidad) del Ecuador está lo mismo en Salinas de Guaranda que en la Juan León Mera y es tan hermoso como repugnante.
ResponderEliminarEstimada Cristine, ahora chica cosmo:
ResponderEliminarPara tu desilución el director si trata de hacerse esa prengunta de ¿Qué somos los ecuatorianos? Pero no trata de responderla sino lo que hace es retratar todo lo que al mismo tiempo pasa en un pais: Cholos pescando, indios del oriente pintandose la cara y nosotros viendo la pelicula Este maldito pais... Yo no la vi como un intento o experimento antropologico que intenta contestar algo imposible sino como un experimento educativo para que la gente sepa que el Ecuador no solo es un monton de pobreza, haciendas de bananos o rosas con sus empleados, que el indio no es un borracho y vago, y todos esos prejuicios que de alguna parte se han infundado
Soy Juan Martín Cueva y acabo de encontrar este blog.
ResponderEliminarGracias por haber visto, por criticar y por comentar mi trabajo.
He puesto un link a tu blog en el mío, que te invito a visitar: www.estemalditopais.blogspot.com
Y a los autores de los comentarios: quisiera mucho que vean la peli, porque me parece que dan por hecho que me hago la pregunta "¿qué carajos es realmente un ecuatoriano?"... pregunta que a mí también me parece absolutamente absurda.
Ojalá puedan ver el documental y comentarlo.
Juan Martín
Este documental deja afuera a la gente de Guayaquil (No se llama el manso guayas !) y de la costa, deberia llamarse Este maldito Quito
ResponderEliminarAnonimo:
ResponderEliminarPuede que tengas razón, la verdad es que yo la vi empezada. Vi algo de Esmeraldas. cualquier cosa aca esta el link del blog del director del documental.
http://trampasperfectas.blogspot.com