- Se escribe y cuestiona de por qué toda la obra del municipio de Guayaquil debe tener la firma del alcalde Nebot. Entonces esto no solo se limita a la presidencia de la República.
- También existen declaraciones del Alcalde, donde señala: Además de transformaciones en la infraestructura de la ciudad, parte del presupuesto va para educación, salud y vivienda, con los planes “Más”. Analizando el presupuesto municipal, las inversiones señaladas, solo representan el 12 por ciento del total.
- La metrovia también tiene un espacio, y se explica cómo este medio de transporte masivo, ha sido el principal ordenador de la fluidez vehicular. Pero también existen críticas de que la metrovia a su paso, deja comercios muertos en la ciudad.
- Dentro de lo más polémico, está el caso de los vendedores informales y como afectan a la regeneración urbana: El método consistió en quitarlos de las áreas turísticas y, reinsertarlos en mercados bajo techo. Quejándose la mayoría de comerciantes ambulantes porque a los nuevos espacios, los clientes no se molestan en ir (por su falta de organización temática, sirviendo únicamente para aglutinar a informales).
- Pero la crítica más importante es al toque de modernidad que quiere dársele a la ciudad, especialmente en espacios como el Malecón, con el pitido de silbatos en todas partes: Por entrar mascotas, por patear un balón, por hacer olas con el agua, por entrar en bicicleta, por una pareja besándose “inmoralmente” según las normas del alcalde, para grabar con cámaras se necesita permiso municipal, etc.
No tengo idea de los comentarios que tuvo el alcalde respecto a este reportaje. Espero que no hayan sido parecidos a los que tuvo con el señor Ramón Sonnenholzner (presidente de radio Tropicana). Lo mando a callar y a hablar solo de Alemania y nazis, aunque él nació aquí.
Apreció la obra arquitectónica que las últimas administraciones han llevado a cabo, aunque tengo mis críticas. Pero me resulta más imperante, espacios para el debate público dentro de la ciudad, donde las protestas como las de la metrovia, el año pasado, no sean denunciadas como actos de terrorismo por la alcaldía, o la recientes manifestaciones de informales donde se los trato de criminales, pero el alcalde no atendió sus pedidos. Y así reclama por como en la Asamblea se ha tramitado su mandato.
Personalmente cuando vote Sí por una nueva constitución, mi objetivo, además de nuevas leyes, fue que los ciudadanos con este proceso adquirieramos madures política y no sea una guerra civil o alguna dictadura, lo que nos haga entender la democracia, escuchar a las minorías, y llegar a consensos. De igual forma debe suceder en esta ciudad.
Esquirlas finales: Autonomía no es solo la descentralización de recursos, sino adquirir competencias como el desarrollo económico y social. Por ahora se ve como la marginalización de unos es beneficioso para otros. / A los informales debe dárseles algún espacio, siendo consientes de los perjuicios, al turismo, que traería su vuelta total a las zonas regeneradas. En Madrid existe la feria del Rastro todos los domingos, algo parecido puede hacerse acá. / La obra del alcalde no solo debe darse para el turismo, sino para que los ciudadanos se apropien de lo público, por lo que son necesarios espacios de expresión, y que la administración municipal acepte críticas de las minorías e incluya sus reclamos en el plan de gobierno.
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