24 de septiembre de 2008

Estoy ciego, estoy ciego

Uno abre su correo y se encuentra con algo así: Estaba una universitaria hablando con su padre sobre lo aprendido en sus estudios, contaba sobre sus lecturas de Marx y el materialismo dialectico, la lucha de clases, la distribución igualitaria y otras teorías que encontró en EL CAPITAL, dándole total razón al pensador alemán y pidiéndole una explicación al padre del actual sistema económico mundial y todos los perjuicios que ha traído la derecha. El papá pasivo y sereno le pregunta a su retoño de cómo va su mejor amiga. Ella le contesta que muy mal porque tiene descuidados sus estudios y no le da mayor interés. Acto seguido el progenitor le pregunta al fruto de sus entrañas de por qué no le da algunos puntos de sus excelentes calificaciones a su compañera. La respuesta que se espera es de lo más lógica: Ella no se lo merece, esto es resultado de mis esfuerzos, y él lo único que responde es: Hija, bienvenida a la derecha.

Esta hueca historia del conocido estilo simplista de La culpa es de la vaca o Quién se ha llevado mi queso, no provocaría ningún daño si no pasara de anécdota, lastimosamente estos dos textos son best sellers y de lectura obligatoria para todos los estudiantes de negocios, y al estar yo presente en esas clases, confieso que se nos imponían como verdades absolutas (suerte que en casa me enseñaron que los libros te deben provocar mayor curiosidad que respuestas) y lo corroboro con algunos comentarios de mis compañeros: Ja! Buen ejemplo; más atinado no podría ser; digno de usarlo de ejemplo con nuestros hijos. Si fuera así, tan simple para que alguien acepte determinada ideología, como la hija estudiante con Marx, o como mis amigos con su historia, yo les podría decir que lean Ensayo sobre la ceguera de Saramago, que trata de cómo en un país todos sus habitantes se quedan ciegos y son capaces de cualquier cosa para sobrevivir. Una parábola que crítica al individualismo capitalista donde prima la competencia, y de paso el libro muestra al comunismo como mejor opción. Añadiendo también que esta historia no fue escrita por cualquiera, sino por un Premio Nóbel de Literatura.


Claro que otro día también podría comentarles que Saramago apoyaba el régimen cubano, hasta que un día se enteró de cómo Fidel mandó a fusilar y encarcelar a varios traidores de la revolución (algunos periodistas), y las palabras que se escucharon del escritor portugués fueron: Hasta aquí he llegado. Y claro que cuando crezca, y deba mantener a una familia, es probable que me despoje de algunos pensamientos izquierdistas que ahora tengo, podría decir como uno de los personajes de Benedetti: Se sigue fiel a los principios o se gana plata.

El mismo Marx ya señalaba que encuentra mayor explicación de los sucesos de la economía en los cuentos de Charles Dickens que en la teoría económica. Y es fácil observar que hay algo de verdad en eso. Para muestra, como ejemplo, tengo el prologo del Fausto de Goethe cuando discutían el director, el poeta dramático y el gracioso, notando en el primero claramente una ideología capitalista; en el segundo socialista; y el tercero, digamos una tercera vía. En la literatura, mi reparo con los simpatizantes de derecha en Ecuador, respecto a su vocación por las historias cortas y sencillas, es que las usan como principal argumento de exposición de ideas y adoctrinamiento. Ya decía la directora del Instituto Ecuatoriano de Economía Política (IEEP), en un editorial hace un par de años, de que el principal problema de la derecha es su falta de buenos escritores. Y el problema de la izquierda ecuatoriana es que con sus actuaciones, en nombre de personajes del pasado, provocará que pronto utilizar los términos Alfarismo y Bolivariano, sea lo mas parecido a invocar al cuco.

Fuentes:
Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago.
Gracias por el fuego, de Mario Benedetti.
Fausto, de J.W. Goethe.
Las historia de EL CAPITAL de Karl Marx, por Francis Wheen.
http://www.ieep.org.ec/

2 comentarios:

  1. Esa misma anécdota insulsa toma aquí en USA una forma diferente:

    La niña le dice al padre:
    --Papá, si los Demócratas suben al poder pueden brindar ayuda a tantos homeless (sin hogar) que vagan por las calles.
    El padre responde:
    --Hija, tú también puedes ayudarlos. Si cortas el cesped de las casas de la cuadra, con lo que ganes se lo puedes entregar a ellos, y de esa forma mejoran su existencia.
    --Pero bueno, sería mejor que fueran ellos los que cortaran el césped, ¿no crees?
    --Bienvenida, hija, al Partido Republicano.

    Si, el Sr Saramago apoyaba la revolución cubana, hasta que un dia Fidel Castro fusiló a tres jóvenes negros que pretendían robarse una pequeña embarcación para huir del paraiso castrista. En tres días los juzgó (?) y los fusiló, el 11 de abril del 2003. Declaró después (Castro) que necesitaba ofrecer un escarmiento ejemplarizante. Entonces los “izquierdosos” europeos protestaron algunos. Saramago fue uno de los que dijo: ¡Hasta aquí llegué! Pero a los pocos días estaba de nuevo en Cuba pidiendo perdón y regresando al rebaño, como una prostituta cualquiera*.

    Advertencia: Yo, no soy de derechas ni de izquierda. Simplemento analizo las posiciones y me sitúo donde la razón, la moral y el buen tino me indiquen.

    Estos tres jóvenes no mataron a nadie. Solo fueron seleccionados para ser fusilados porque convenía a Castro en ese momento. Alguien publicó:
    -----------------------------------
    ¡Qué horror! ¡Qué crimen! ¿Dónde estaban los amigos de la vida? ¡Qué pena!
    Cierto, "se trata de tres negritos condenado por la furia del viejo tirano."
    "Hagamos silencio" se dijeron Lucious Walker y García Márquez. También Benedetti y Galiano. La izquierda mundial militante y frustrada. José Saramago, ganador de un Nobel, se conmovió con la condena y luego se retractó como una infanta temerosa al castigo seguro.
    Si estos muertos fueran víctimas de la derecha, otra cosa sería. La prensa mundial los destacara y las condenas al tirano serían en masa. Castro, este "dictador cómodo", puede asesinar y luego es aplaudido. Hundir barcos con niños en su interior y ser absuelto del juicio de los pueblos. Derribar aviones civiles en pleno vuelo y ser considerado inocente. Fusilar a tres cubanos negros y después alabar a Luther King en la batalla de las ideas y la desinformación.
    ¡Qué horror! ¡Qué crimen!

    http://www.canf.org/2006/1es/ensayos/2006-abr-19-oracion-para-los-muertos.htm
    ----------------------------------

    Los 75 periodistas y opositores encarcelados en marzo del 2003, en lo que se llama la “Primavera Negra de La Habana” no fueron traidores a nada porque no cometieron delitos. Solo hacían lo que Uds hacen, expresar su opinión con libertad. Además no se puede ser traidor a “la revolución” porque ese es un término subjetivo e inmaterial que dejó de existir hace cincuenta años. Eran simples opositores pacíficos a Castro –con todos los riesgos que ello conlleva-- que expresaban su opinión en un régimen totalitario. Eso es todo. Recibieron condenas desde 15 hasta 25 años. Aunque les parezca que exagero, cuando pasen diez años, en Ecuador, me entenderán fácilmente. Tampoco los venezolanos nos entendían a nosotros los cubanos. Ahora casi nos entienden, aunque les falta mucho todavía.

    Max de Rob

    * No conozco la causa del rápido "viraje" de Saramago. Pero todo el que vaya a Cuba --y sobre todo si es una persona famosa, destacada o con posibilidades de serlo-- y se hospede en un hotel, sabe que será fotografiada y sacada en video, tratando siempre que esté en una situación comprometida (sexo normal u homosexual). Después son chantajeados sin contemplaciones. A lo mejor ese es el caso de Saramago. Es algo en extremo normal hacer eso, aunque a algunos, como al director Almodóvar, le dió gracia y les dijo que publicaran lo que les diera la gana. En definitiva todos saben lo que es.

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  2. Estimado Max:

    Por favor recomiendame un par de textos de historias o sobre cuestiones que tu creas que pueda valorar, se nota claramente que tienes una interesante biblioteca.

    Yo por ahora estoy navegando en la literatura acompanado por Cortazar, Borges y Sabato, pero no vendria nada mal un granito de historia.

    De ahi sobre tu comentario, no tengo palabras, ahondaste mucho mas de lo que yo publique y te lo agradezco, de ahi te recomiendo lo siguiente:

    En mi blog, a tu derecha notaras algunos link, hazle click al de Spencer Tunick. El es un fotoperiodista que realiza muchas investigaciones. Podras verlo tomando fotos en campos de secuestrados de las FARC, en protesta bolivianas, etc. Pero lo que mas te llamara la atencion, es un fotoreportaje que el hizo sobre periodistas cubanos clandestinos. Spencer cuando realizo la investigacion, tenia un contacto con el que se enviaba informacion, para mala suerte de el, este contacto era un espia del gobierno, asi que el trabajo del periodista estadounidense sirvio para encarcelar a sus colegas clandestinos. te recomiendo que veas la foto y leas la historia.

    Esperando mas publicaciones o contactos de tu parte me despido

    Raul

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