“La cumbre fue un banquete italiano con un menú redactado en francés”. Me recuerda aquellos festines de caridad tan típicos de la alta sociedad (personaje esta vez representado por las naciones más ricas). Así se presentó la cita realizada en Roma la semana pasada organizada por la FAO, que buscaba algunas soluciones para combatir la crisis actual de alimentos.
La organización internacional OXFAM valoró que los representantes de los países presentes se muestren conscientes del tema, pero lamentó el hecho de que no se hayan tomado decisiones a fondo que ataquen los problemas causantes de la crisis.
Los representantes de Latinoamérica tuvieron una idea semejante de la reunión, al calificarla de un fraude por las tibias declaraciones y acuerdos a los que se llegaron.
Estas opiniones y las declaraciones que la Revista Pueblos recogió de algunos dirigentes, y que presento a continuación, permiten ver claramente el nulo interés de los “líderes mundiales” por encontrar verdaderas soluciones a la crisis alimentaria:
(1) El comisario europeo para el desarrollo y la ayuda alimentaria, Louis Michel, declaró que el aumento de precios es una oportunidad para países en vías de desarrollo, pero es un grave riesgo para las naciones que no son autosuficientes. Autosuficiencia que se puede cumplir si se desarrolla una revolución verde, al igual que lo hizo Asia en décadas pasadas.
Al respecto de esta declaración, se puede decir que la Revolución Verde provocó un modelo a) antisocial, b) no sustentable y c) poco interesado. Donde a) era necesaria la adquisición de pesticidas, abonos, sistemas de riegos y otros productos para ser “competitivo” y poder subsistir de la agricultura; y los que no tenían la capacidad monetaria, debían emigrar a la ciudades en búsqueda de trabajo, donde solo las que presentaban algún proceso de desarrollo industrial, ciudades de Corea del Sur o Taiwán, podían darle alguna alternativa laboral a estas personas.
b) Utilizando este método industrial, se agotarían todos los recursos del planeta por los daños en los suelos, el uso intensivo de agua y la pérdida de biodiversidad que conlleva la utilización de cultivos transgénicos; y c) si la opinión del comisario fuera interesada para el desarrollo de las regiones dependientes de la agricultura, debería promover el alivio de deudas para estos países y no exigirles desmontar sus mercados a cambio de mantener preferencias arancelarias.
(2) Observando los periódicos de Bélgica, se puede leer acerca de la crisis de alimentos: Muchos países del continente importan alimentos en vez de producirlos porque las autoridades locales dan prioridad a los cultivos de exportación para cobrar divisas que les permitan comprar lo que no producen.
Es irónico escuchar estas opiniones, cuando a través de organismos como el Banco Mundial o el FMI, se han venido aplicando políticas que han destruido la agricultura rural y han provocado el éxodo de muchos campesinos; y decir que las políticas agrícolas y de alimentación de los países más pobres corresponde únicamente a sus gobiernos (África en muchos casos), es señalar que los antiguos colonizadores no tienen nada que ver con la situación actual de estas poblaciones.
Pareciera por ahora, que las soluciones para esta crisis entre los que tienen el poder de cambio, responden más a no inquietar a las víctimas, de que las principales causas son las políticas promovidas por los sectores de poder.
Fuentes:
Un banquete en foro sobre el hambre, publicado por el diario EL UNIVERSO.
http://www.eluniverso.com/2008/06/04/0001/14/D052E8E7DEC64792879AF6BBFFC998C8.html
Latinoamérica califica de fraude cita de FAO, publicado por diario EL UNIVERSO.
http://www.eluniverso.com/2008/06/06/0001/14/407CAEEBAC4449EB9CE606A903A14B70.html
La revolución verde no es la solución para África, publicado por la REVISTA PUEBLOS.
http://www.revistapueblos.org/spip.php?article882
Las explicaciones falsas de la crisis alimentaria en la prensa
http://www.revistapueblos.org/spip.php?article887
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